Y al tercer día que a Salomón le tocó presidir la reunión,
comenzó diciendo:
“Niños, hoy haremos un breve repaso de lo
que hemos aprendido en días anteriores,
será como un pequeño examen,
sin embargo no es importante que las
respuestas sean exactas,
sino que sean las que salgan de los corazones de ustedes”.
“Se que muchos de ustedes cuando tienen un examen
solo estudian lo que les van a preguntar,
pero el que es diligente y que tiene un corazón dispuesto,
habrá estudiado un poco más ,
y habrá investigado si las cosas que
hemos hablado acá son verídicas.”
“Otros , a los que ya me los conozco,
habrán estudiado lo justo,
sin haberse preocupado de investigar”.
“Otros, a los que también me los conozco,
le habrán “lamido el trasero” a algún profesor
o profesora para que estos les pongan
una buena nota y puedan aprobar.”
“Ya se irán dando cuenta de las diferencias
entre unos y otros, porque el tener conocimiento de algo,
no solamente es entenderlo,
sino también practicarlo, porque….
¿De qué les sirve haber asistido a la universidad,
luego haber sacado una carrera sea de
ingeniero o médico, o abogada,
si después nunca la practican?
De nada les vale, y es como si no supieran nada.”
Así que atentos que haremos un pequeño
repaso de lo aprendido.
Como Dios sabe lo que hay el corazón de cada uno,
Él ha provisto unos folios con preguntas.
Para los que están practicando lo que van aprendiendo ,
en sus folios, tienen preguntas con una sola casilla vacía
para que escriban allí la respuesta a cada pregunta.
Para los que han estudiado lo justo,
sin hacer más investigación,
sus folios tienen las mismas preguntas
pero cada pregunta tiene dos casillas
en las que ya aparecen respuestas similares,
en las que deberán elegir la que mejor les
parezca o se acomode a su manera de pensar.
Y para el tercer grupo,
sus folios tienen las mismas preguntas pero
cada pregunta va acompañada por tres casillas vacías,
y ya que “inteligentes ellas y ellos”, ni indagaron,
ni estudiaron, así que lo que deben poner allí
en una de las tres casillas que acompañan
a cada pregunta es…..
sus nombres completos con el número de la cédula
de identidad que será para todos el 666,
ya que el seis es sinónimo de imperfección,
y tres veces seis es, imperfecto pero con énfasis.”
Entonces Juan,
que es el que recibió la revelación del Apocalipsis,
intrigado le preguntó a Salomón:
“Oye Salomón.
¿Porqué el seis es sinónimo de la imperfección?
A lo que Salomón respondió con gran paciencia
usando uno de los frutos del espíritu:
Gálatas 5:22; “….gran paciencia…”
“Porque para Dios, el siete (7) es sinónimo de perfecto,
el tres (3) es sinónimo de énfasis.
Recuerda que cuando decimos
¡Santo, santo, santo es el señor!,
Estamos enfatizando que Jehovà
es el Santìsimo de los santos
Isaias 6:3;
Apocalipsis 4:8;
estamos enfatizando que el Señor es Santo,
por tanto el que se use el número seis (6)
como marca de la bestia salvaje,
está denotando la imperfección,
ya que no alcanza a ser siete (7)
, y si encima lo repetimos tres veces (666),
entonces estamos enfatizando la
imperfección de quienes lleven esa marca.
Ya que lo que esa marca indica
son características humanas,
y el que el gran Dragón le haya dado a la
bestia su poder y su trono y gran autoridad,
solo es el reflejo de la condición caída
de la humanidad y su imperfección.
Apocalipsis 13:2,4,7;
“La bestia salvaje que vi era semejante a un leopardo, pero sus pies eran como los de un oso, y su boca era como boca de león, y el dragón dio a la bestia su poder…….-
Y adoraron al dragón, porque este dio autoridad a la bestia salvaje…..- y a esta se le concedió hacer guerra….y se le dio autoridad sobre toda tribu y pueblo y lengua, y nación”.
“Pero”.- preguntó Juan.-
¿Al final…quién es la bestia salvaje?.
Porque sé quien es el gran dragón,
pero no me entero quien es la bestia salvaje”.
A lo que respondió el sabio Salomón.
“Si leyeras a Daniel” .-,dijo Salomón a Juan.-
entenderías que Daniel, relaciona a esas bestias
con reyes o gobiernos políticos que se
van sucediendo unos a otros,
ya que el hombre decidió gobernarse a sí mismo,
aunque quien lo gobierna es el gran Dragón o Satanás
Daniel 7:17,23;
por tanto el gran Dragón que es Satanás le dio autoridad a los gobiernos políticos
(la bestia salvaje) para sojuzgar a la humanidad
como dice
Eclesiastés 8:9; “….el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo”
“Ahora entiendo” .-dijo Juan.-
“es que yo creía que la gente iba a ser marcada
como se marcan las vacas
y que llevarían esa marca (666) en la frente,
pero ya comprendo que la gente se caracterizará
por sus obras imperfectas siguiendo sumisamente,
a los gobiernos políticos ,
y rechazando implícita y explícitamente
el gobierno de nuestro Dios y Creador”
“Se nota” .- contestó Salomón a Juan.-
“que eres como los de Berea,
y eso está muy bien.”
Hechos 17:10,11; “….y examinaban con cuidado las Escrituras….”
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