Este es un artìculo de un catòlico en que trata de excusar a la Iglesia de la mentira (otra mas), de lo que llaman Limbo, otro invento mas de la Iglesia Catòlica.
Entonces el limbo ¿existe o no existe?
Este caso es especialmente
interesante no sólo por el asunto teológico que implica,
sino sobre todo por el
enorme revuelo mediático que creó
en el 2007 y el daño que hizo a la Iglesia y a muchos
católicos.
ARGUMENTO:
(Lo que dice un comentarista)
¿Se cree el papa que puede crear y
destruir limbos a su antojo en el Más Allá?
¿Mentía la Iglesia antes o ahora, y
miente en más cosas?
Un buen ejemplo de que los católicos y los cristianos en
general creen en una religión irracional e inventada.
APOLOGÍA
(lo que dice el catòlico)
Veamos qué podemos decir ante tales incorrectas
acusaciones
y comprenderemos por qué todo este revuelo del limbo
proviene
precisamente de un querer razonar en exceso.
Según nos dice el Nuevo
Testamento, para entrar en el cielo es necesario el bautismo (entre otras
cosas).
Este asunto de la salvación sin duda merece un artículo propio y lo
tendrá, y también el tema del bautismo de niños,
pero ahora nos vamos a centrar
simplemente en las consecuencias de esta doctrina para los niños muertos sin
bautizar.
Es interesante también tener en cuenta que el destino de la
gente
buena que muere sin haber conocido a Jesús
podría ser el mismo, así que
podríamos estar hablando del
destino de millones de personas, incluida la gente
que ha
sido educada en el ateísmo y rechaza a Jesús porque no ha
tenido
la oportunidad de conocerlo bien
(salvo a través de caricaturas y estereotipos
falsos) e
igualmente gentes de otras religiones en idéntica situación.
Existen tres tipos de bautismo:
(lo dice un catòlico)
el normal (el del
agua), el de la sangre (mártires que mueren antes de ser bautizados) y el del
deseo (catecúmenos sinceros que mueren antes de recibir el deseado bautismo).
También se dice que Dios establece los sacramentos pero “no está limitado por
ellos”, lo que traducido coloquialmente sería algo así como que el dueño de la
discoteca exige invitación para dejar entrar,
pero como es el dueño, también
puede dejar entrar a quien considere, según su criterio, aunque no tenga invitación.
Partiendo de estas verdades doctrinales, se ha
especulado con la idea de que el feto que muere en el vientre de su madre,
sin
bautizar, podría ir al cielo por un “bautismo de
deseo” transferido por parte
de la madre que deseaba
bautizarlo cuando naciera.
¿Y si la madre no deseaba bautizarlo cuando naciera?
Esa misma transferencia
podría también producirse cuando el
niño es demasiado pequeño para elegir,
siempre que la
madre tuviera intención de bautizarlo pronto pero el niño se
muere antes.
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(Esto lo dijo un Padre de la Iglesia)
Otras especulaciones no fueron tan optimistas.
San Agustín opinaba que estos niños iban al infierno (si sólo
hay cielo e
infierno, si no pueden entrar al cielo tendrán que ir
al infierno), pero allí
su castigo sería “más suave” (ahora
nos preguntaríamos, ¿castigados por haber
hecho qué?).
A partir de aquí esa hipótesis se fue suavizando drásticamente con
el paso del tiempo.
Santo Tomás de Aquino ya dice que no puede ser que
esos
niños inocentes vayan al infierno ni que sean
castigados sin tener culpa
ninguna.
Si no pueden entrar en el cielo entonces tiene que existir otro lugar,
pero no hay otro lugar.
Entonces la Iglesia inventò el Limbo
Este dilema lo resolvió diciendo que iban a una región
situada “al borde” del infierno (en latín borde es “limbus”).
Así
nació la idea del Limbo. También se dijo que no sufrían por
la falta de visión
beatífica puesto que, no teniendo noticia de
su existencia, no la echaban de
menos.
Y más tarde se les atribuyó una especie de “felicidad natural”,
con lo
que el “vestíbulo del infierno” más bien se convirtió
en un “vestíbulo del
cielo”.
Pero el hecho es que la Iglesia nunca ha definido
como dogma de fe la existencia de dicho “limbo de los niño”;
y hoy los teólogos
lo rechazan mayoritariamente,
dando por supuesta la salvación eterna de tales
niños.
(Pero la Iglesia Catòlica enseñaba de que el Limbo existìa)
El mismo Cardenal Ratzinger, cuando era Prefecto de la Sagrada Congregación
para la Doctrina
de la Fe , declaró:
«El limbo no ha sido nunca definido como
verdad de fe. Personalmente -hablando más que nunca como teólogo y no como
Prefecto de la
Congregación- dejaría en suspenso este tema, que no ha sido
nunca nada más que una hipótesis teológica».
Sin embargo en el 2007 el tema del limbo, que
parece que ya sólo interesaba a los teólogos, y no mucho,
adquiere una
sorprendente relevancia internacional y se
convierte en un ejemplo de la falta
de información y, aún
peor, la tremenda desinformación a la que los cristianos
de hoy estamos sometidos.
(Es que siempre la Iglesia Catòlica ha mantenido desinformado no solo a sus fieles, sino tambien a toda la humanidad)
El limbo hace titulares de prensa en todo el mundo,
países
católicos y no católicos por igual.
Los titulares dicen en tono de guasa
que la Iglesia
–o el
papa- “cierra el Limbo”, e inmediatamente los no creyentes
e incluso los
no católicos lo utilizan para burlarse de los católicos.
Y muchos católicos,
confusos e incluso avergonzados, aguantan el chaparrón como pueden, o incluso
lo consideran la gota que
colma el vaso y abandonan su fe.
(La abandonan por las tantas y tantas mentiras enseñadas por la Iglesia Catòlica)
Y es que, verdaderamente,
¿quién es el papa para poner y quitar limbos en el más allá?
¿y si ahora nos
dicen que el infierno también es mentira?
(Es que ya lo estàn diciendo)
Igual podría ser mentira todo lo
demás. Una de dos, o el papa se cree que es Dios, o la Iglesia católica miente, o
al menos fabrica sus creencias sobre la marcha.
La mayoría de los cristianos actuales reciben su
información (incluida la referida a su fe y a su iglesia) a través de los
medios de comunicación, (porque a la Iglesia no le interesa que la gente que cree en ella aprenda) así que muy pocos se cuestionaron las afirmaciones
sensacionalistas de los medios.
La verdad es mucho más simple y no tiene
absolutamente nada de novedad ni de polémica.
El limbo nunca ha sido doctrina oficial de la Iglesia , nunca, y menos
aún, un dogma. (Pero lo enseñaron como dogma, como algo que habìa que creer).
Como hemos visto en nuestra crónica histórica, fue una
hipótesis
que lanzó San Agustín y modificó Santo Tomás
en un intento personal por
reconciliar dos ideas que le
resultaban contradictorias o al menos de difícil
encaje.
(como todo lo que dice la Biblia para los Catòlicos, de "difìcil encaje", todo lo que dice la Biblia, para los Catòlicos es un misterio)
Esa teoría tuvo éxito y se extendió. La Iglesia oficial la
manejó
como teoría, pero nunca la sancionó (al igual que la
ciencia trabaja con
teorías que parecen útiles aunque aún no
hayan podido demostrar si son ciertas
o falsas).
La doctrina no cambia, porque la verdad no cambia, pero las
teorías
se pueden modificar para mejorarlas, y eso es lo que
durante siglos ha hecho la Iglesia con la teoría del
limbo.
En el siglo XX la
Iglesia , tanto oficial como de a pie, terminó
por no aceptar
que seres inocentes fuesen excluidos del cielo
sin culpa alguna, y la teoría
del limbo quedó abandonada.
Pero el problema sigue ahí, y no tenemos una
respuesta.
Igual que San Agustín dio su respuesta personal, su opinión,
niños probablemente se salven igualmente, pero
que no
puede afirmar categóricamente que sea así o al contrario,
porque ni la Biblia ni la Tradición nos dicen nada
sobre el tema.
(Entonces ¿para què se ponen a inventar lugares que la Biblia
no enseña?
Ante esta situación, lo mejor que podía hacer la Iglesia (ojalá lo hubiera
hecho desde el primero momento) es guardar silencio o expresar su esperanza de
salvación basándose en la bondad de Dios y su amor por los niños.
Esto es precisamente lo que el papa Benedicto XVI
quiso, aclarar
la situación explicando la postura de la Iglesia al respecto.
No
estableciendo una nueva opinión, sino explicando a la
gente cuál era la postura
de la Iglesia.
la mayoría de los
cristianos filtrado y manipulado por los medios
de comunicación para convertir
una noticia casi insulsa en
un titular sensacionalista:
“El Papa Cierra
El Limbo” (así apareció en muchos periódicos de todo el mundo).
(Ni filtrado ni manipulado, sencillamente la noticia saliò a la calle como tenìa que salir)
Por poner solo uno entre miles de ejemplos,
copiaré aquí el principio del artículo que sobre el tema publicó el periódico
español “El País” (uno de los periódicos más prestigiosos de habla hispana, y
supuestamente uno de los más serios):
El papa cierra las puertas del limbo
Las puertas del limbo se cerraron ayer de
forma definitiva. En adelante, los niños que mueran sin bautizar quedarán en
manos de “la misericordia de Dios” e irán quizá al paraíso. La clausura del
limbo comenzó con el catecismo publicado en 1992 por Juan Pablo II, un texto en
el que no se citaba el misterioso lugar de frontera donde los niños “no gozan
de Dios pero tampoco sufren”, en palabras del catecismo de san Pío X. Y ayer se
hizo oficial, con la presentación de conclusiones de una Comisión Teólogica
Internacional reunida en el Vaticano durante las pasadas semanas. (El País digital, 7 de octubre de 2006)
La conclusión tras leer el artículo es clara, el
periódico anuncia,
con cierta sorna, que ha habido un cambio de doctrina en la
no irán al limbo como los
anteriores, sino quizá al paraíso.
(No hubo sorna, pero si la hubiera serìa con razòn, por las tantas mentiras que ha enseñado a travès de los años la Iglesia Catòlica).
Y todo ello se relata sin perder la
sensación de seriedad en la retransmisión de la noticia. Y ahora veamos lo que
realmente ocurrió:
El 19 de abril de 2007, siendo papa Benedicto XVI
(anterior Cardenal Ratzinger), el Vaticano autorizó la publicación de las
conclusiones de una comisión teológica internacional indicando que dicha
conclusión está en consonancia con la doctrina de la Iglesia (o sea, que no la
contradice). El documento dice:
“Todos los factores que hemos considerado
[...] dan serias bases teológicas y litúrgicas a la esperanza de que los niños
muertos sin bautismo estén salvos y gocen de la visión beatífica”.
El documento deja bien claro que el asunto del
limbo es una hipótesis histórica y como tal debe ser tratado, y también deja
bien claro que no es que la
Iglesia ahora haya dado con la solución al problema, sólo que
la hipótesis actual es mucho más esperanzada que antes, pero el problema sigue
abierto y el documento afirma:
“La teoría del limbo es entendida como un
estado que incluye las almas de los niños que mueren con el pecado original [no
lavado por el bautismo] y que, por tanto, ni merecen la visión beatífica ni
tampoco merecen castigo alguno por no ser culpables de ningún pecado personal.
Esta teoría, elaborada por los teólogos a principios de la Edad Media , nunca formó
parte de las definiciones dogmáticas del Magisterio [de la Iglesia ]. Sin embargo, el
mismo Magisterio a veces mencionó esta teoría en sus enseñanzas ordinarias
hasta el Concilio Vaticano II. Por lo tanto continúa siendo una hipótesis
teológica posible”.
(O sea, literalmente enseñaba que el Limbo existìa)
Por poner un ejemplo del revuelo de comentarios
que esta malintencionada noticia produjo en internet, aquí copio un comentario
de los usuarios de Yahoo!Respuestas:
“¿Por que la Iglesia determino que ya
no existe el Limbo? , entonces que nos devuelva el dinero que nos cobro.En determinado momento la Iglesia solicito el pago
de cierta cantidad de dinero para Indulgencia . Wau nuevamente otro cambio … o no sera que como Pluton ya no es planeta La Iglesia no se quedo atras…. les gusta la publicidad”sacar del Limbo a los familiares fallecidos
obteniendo ganancias
A lo cual otro usuario responde:
“Mira si iglesia determino que no existe el
limbo es porque nunca a existido. porque yo creo que por muy que sea la iglesia
no creo que tengan la autoridad para poner o quitar una cosa así. Y sobre lo
que an cobrado por misas para sacar las almas de los difuntos del limbo pues es
negocio como todo en esta vida.”
Y otro más, responde
“no lo sabia, fijate”
Todos asumen sin dudarlo que la noticia de que la Iglesia quita
el limbo es
correcta, incluso el tercer usuario, que se entera
ahí mismo, tampoco lo
cuestiona.
Un asunto así de grave y la gente acepta las noticias sin más.
También es típico de la poca formación cristiana general el comentario que
hacen sobre que la Iglesia
ha cobrado por
sacar familiares del limbo.
(Como si fuera mentira, Han cobrado y todos lo saben)
Como hemos comentado, no se
consideraba el limbo un lugar del que se pudiera salir y por tanto la Iglesia nunca cobró ni
hizo misas por eso (por desgracia sí “cobró” en su tiempo en misas e
indulgencias por sacar gente del purgatorio, que es lo que aquí confunden).
(Si la Iglesia Catòlica cobrò aùn a Prìncipes y Reyes por sacarlos del Purgatorio, ¿còmo no iba a cobrarle a las familias por sacar a sus pequeños hijos del Limbo?)
¿Qué ocurre pues? Que la Iglesia se limita a
aclarar que el
Limbo es y siempre ha sido una teoría, no una doctrina,
y que en
realidad no sabemos qué pasa con esos niños,
aunque confiamos en la bondad de
Dios. Punto.
Todo lo demás ha sido desinformación y confusión interesada.
(Esa ùltima expresiòn "Punto", es bastante aclaratoria, es la tìpica expresiòn del que dice , "esto es negro y punto", o mejor dicho, "esto es negro, porque lo digo yo")
Sirva este asunto como ejemplo de la fiabilidad
que podemos dar a los medios de comunicación para informarnos, al menos en
temas de fe.
Si con un asunto tan poco relevante (para el público en general) y
tan difícil de malinterpretar se puede hacer un circo mediático semejante,
podemos esperarnos cualquier cosa.
(¿Poco relevante dice este catòlico?, o sea las personas siglos y siglos creyendo que sus pequeños hijos estaban en un lugar a la orilla del infierno, a punto de caer en el (pero no en el infierno mismo) con la esperanza de que algùn dìa salieran de allì e irìan al cielo mediante pago de unos honorarios a la Iglesia Catòlica, ¿y dice este catòlico que es "poco relevante?.
¿Poco relevante cuando por siglos los frailes y sacerdotes y curas y papas han estado "predicando" el juicio, el infierno, el purgatorio, el limbo, el cielo, las misas por los muertos, etc..
A estos se les llamaron "Los Novìsimos"