martes, 20 de junio de 2017

Jesùs, ¿es Dios?



Es difìcil encontrar una imàgen en que no aparezca el espìritu santo  como una paloma,
eso claramente es contraria a la enseñanza de que Dios son tres personas pero un solo Dios, porque cabrìa el argumento de que Dios es una persona, Jesus es una persona, y el espìritu santo , pues es una paloma, la cuestiòn es, Si Dios son tres personas iguales, ¿porquè  no aparece el espìritu santo como una persona?

Entonces ¿usted  Fulanito de tal cree que Dios es Dios, que Jesús es Dios y que el espíritu santo es Dios, pero que no hay tres dioses, sino uno solo?
 Lo digo porque creer que Dios es Dios, que Jesùs es Dios y que el Espìritu Santo es Dios, es creer que existen tres personas diferentes, (que es como muchos lo enseñan).

Por tanto tres personas que a la vez cada una es Dios, nos dice claramente sin lugar a dudas que son tres dioses, y si son tres dioses, quienes los adoran, entonces serìan politeístas, (adoraciòn de muchos dioses).

Es cierto que Jesùs cuando estuvo acà en la tierra oraba  constantemente a su Padre y Dios, a la vez enseñò a sus discípulos a hacer lo mismo, ved (Mateo 6:9-11; Lucas 11:1, 2).

En una oración que hizo junto con sus apóstoles, tan solo unas horas antes de morir, Jesús elevó esta petición: “Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu hijo, para que tu hijo te glorifique a ti [...]. Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” Eso se puede ver en  (Juan 17:1, 3).

Como puede notarse, Jesús oró a alguien a quien llamó “el único Dios verdadero”. Y luego señaló la posición superior de Dios al decir: “Así que ahora, Padre, glorifícame al lado de ti mismo con la gloria que tenía al lado de ti antes que el mundo fuera” (Juan 17:5). Puesto que Jesús pidió en oración estar al lado de Dios, ¿cómo podría ser él al mismo tiempo “el único Dios verdadero”?.

Poco tiempo después de hacer esta oración, Jesús fue ejecutado.
Sin embargo, no estuvo muerto mucho tiempo: tan solo desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la mañana (Mateo 27:57–28:6).

“A este Jesús lo resucitó Dios —dijo el apóstol Pedro—, del cual hecho todos nosotros somos testigos.” (Hechos 2:31, 32.)
¿Podría haberse resucitado a sí mismo?
No, pues según la Biblia, los muertos “no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5).
Fue “el único Dios verdadero”, el Padre celestial de Jesús, quien resucitó a su Hijo (Hechos 2:32; 10:40).

Poco tiempo después, un discípulo cristiano llamado Esteban fue víctima mortal de la persecución religiosa.
Justo antes de morir lapidado, se le concedió una visión, y exclamó: “¡Miren! Contemplo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios” (Hechos7:56).
De modo que Esteban vio a Jesús, el “Hijo del hombre”, ocupando en el cielo un puesto de apoyo al Creador —“a la diestra de Dios”—, tal como había estado ‘al lado de Dios’ antes de venir a la Tierra (Juan 17:5).

Tras la ejecución de Esteban, Jesús se apareció milagrosamente a Saulo, más conocido por su nombre romano, Pablo (Hechos 9:3-6).
Cuando Pablo estuvo en la ciudad griega de Atenas, habló del “Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él”, y dijo que este Dios,
 “el único Dios verdadero”, juzgará “la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos” (Hechos 17:24, 31).
Aquí el apóstol Pablo se refirió a Jesús como “un varón” —por lo tanto, inferior a su Padre— a quien Dios le había devuelto la vida celestial.

El apóstol Juan también habló de Jesús como alguien subordinado a Dios.
Dijo que había escrito su Evangelio a fin de que los lectores llegaran a creer que “Jesús es el Cristo el Hijo de Dios”, no el propio Dios (Juan 20:31).
Juan también recibió una visión del cielo en la que vio al “Cordero”, identificado en su Evangelio como Jesús (Juan 1:29).
El Cordero está de pie con 144.000 seres espirituales. Ellos “han sido comprados [o resucitados] de la tierra”, y según explica Juan, “tienen escritos en sus frentes el nombre de él [el Cordero] y el nombre de su Padre” (Revelación [Apocalipsis] 14:1, 3).

¿Podría ser “el Cordero” el mismo que “su Padre”? Es obvio que no. La Biblia los presenta como dos seres distintos, e incluso les da nombres diferentes.


¿qué se puede decir de la enseñanza de que Jehová y Jesús son en realidad el mismo Dios, como sostiene la doctrina de la Trinidad?
En su número de abril-junio de 1999, la revista The Living Pulpit definió la Trinidad de la siguiente manera: “Hay un solo Dios y Padre, un solo Señor Jesucristo y un solo Espíritu Santo, tres ‘personas’ [...] que son uno y el mismo ser, iguales en esencia [...]; tres personas que son igualmente Dios, de la misma naturaleza, pero en realidad distintas, conocidas por sus características personales”.*

¿Cuál es el origen de esta complicada doctrina? La revista The Christian Century, en su número del 20 al 27 de mayo de 1998, cita a un pastor que reconoce que la Trinidad es “una enseñanza de la Iglesia más que una enseñanza de Jesús”.
Ahora bien, aunque la Trinidad no es una enseñanza de Jesús, ¿concuerda con lo que él enseñó?

Jesús enseñó a sus discípulos a pedir en oración: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre”.
La Biblia indica que nuestro Padre celestial, cuyo nombre es Jehová, es superior a su Hijo.
Por ejemplo, Jehová es “desde siempre hasta siempre”.

Pero también dice que Jesús es el “Primogénito de toda la creación”.
El hecho de que Jehová es superior lo expuso Jesús mismo al decir: “El Padre es más grande que yo” (Mateo 6:9; Salmo 90:1, 2; Colosenses 1:15; Juan 14:28, Biblia de Jerusalén Latinoamericana).

Sin embargo, la doctrina de la Trinidad sostiene que el Padre y el Hijo son “igualmente Dios”.

La superioridad del Padre sobre el Hijo, así como el hecho de que el Padre es alguien aparte, se hacen patentes también en las oraciones de Jesús, como la que hizo antes de su ejecución: “Padre, si deseas, remueve de mí esta copa [es decir, una muerte ignominiosa]. Sin embargo, que no se efectúe mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42).
Si Dios y Jesús son “iguales en esencia”, según afirma la doctrina de la Trinidad, ¿cómo pudiera la voluntad, o el deseo, de Jesús parecer diferente a la voluntad de su Padre? (Hebreos 5:7, 8; 9:24.)

Además, si Jehová y Jesús fueran el mismo, ¿cómo podría ser que uno estuviera al tanto de asuntos que el otro desconociera? Por ejemplo, Jesús dijo con relación al tiempo del juicio de este mundo: “Respecto a aquel día o la hora, nadie sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre” (Marcos 13:32).

La Trinidad no es una enseñanza ni de Jesús ni de los primeros cristianos. Como se indicó anteriormente, es “una enseñanza de la Iglesia”. 
En su número de 1999 acerca de la Trinidad, la revista The Living Pulpit señaló: “A veces parece que todo el mundo asume que la doctrina de la Trinidad es una enseñanza teológica cristiana establecida”, pero añadió que no es “una idea bíblica”.

La New Catholic Encyclopedia (1967) trata en detalle la doctrina de la Trinidad y admite: “El dogma trinitario es en definitiva un invento de finales del siglo IV. [...] La fórmula ‘tres Personas distintas y un solo Dios’ no se arraigó firmemente antes de finales del siglo IV y, desde luego, no se asimiló en la vida cristiana ni en su confesión de fe con anterioridad a esa fecha”.

Martin Werner, profesor de la Universidad de Berna (Suiza), hizo esta observación: “Dondequiera que en el Nuevo Testamento se hace referencia a la relación de Jesús con Dios, el Padre —sea en lo que respecta a su venida como hombre o a su posición como Mesías—, se concibe y representa categóricamente como subordinada”.
 Está claro que lo que creían Jesús y los primeros cristianos es muy distinto de la doctrina de la Trinidad que enseñan hoy día las iglesias. ¿Cuál es el origen, pues, de esta doctrina?

La Biblia hace referencia a muchas deidades que se adoraban en el pasado, como Astoret, Milcom, Kemós y Mólek (1 Reyes 11:1, 2, 5, 7).
Hasta hubo una época en la que muchos habitantes de la antigua nación de Israel creían que Baal era el Dios verdadero.
Por esa razón, Elías, el profeta de Jehová, los puso ante esta disyuntiva: “Si Jehová es el Dios verdadero, vayan siguiéndolo; pero si Baal lo es, vayan siguiéndolo a él” (1 Reyes 18:21).

El culto a deidades paganas agrupadas en tríadas era común antes de que Jesucristo naciera. “De Egipto vinieron las ideas de una trinidad divina”, afirmó el historiador Will Durant. En la Encyclopædia of Religion and Ethics, James Hastings escribió: “En la religión de la India, por ejemplo, nos encontramos con el grupo trinitario de Brahmā, Śiva y Vi
ṣṇu; y en la religión egipcia se halla el de Osiris, Isis y Horus”.
Así pues, hay muchos dioses. ¿Reconocían esto los primeros cristianos? Además, ¿veían a Jesús como el Dios todopoderoso?

¿Cómo se creó el mito?
“Podría parecer que el dogma trinitario es, a fin de cuentas, un invento de finales del siglo IV. Y en cierto sentido, así es [...]. La fórmula ‘tres Personas distintas y un solo Dios’ no se arraigó firmemente sino hasta finales del siglo IV. Y, desde luego, no llegó a ser parte integral de la vida cristiana y de su profesión de fe antes de esa fecha.” (New Catholic Encyclopedia, 1967.)

“En el Concilio de Nicea que se celebró el 20 de mayo del año 325, Constantino mismo presidió y dirigió activamente las deliberaciones. Fue él quien propuso [...] la idea de que el Hijo es ‘consustancial al Padre’, fórmula fundamental con la que se describió la relación entre Cristo y Dios en el credo que allí se emitió. [...] Intimidados por el emperador, los obispos —con solo dos excepciones— firmaron el credo, muchos de ellos en contra de su opinión.” (Encyclopædia Britannica, 1970.)

¿Qué dice la Biblia?
“[Esteban], lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios; y dijo: ‘Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios’.” (Hechos 7:55, 56, Biblia de Jerusalén Latinoamericana.)

Como vemos, Esteban se llenó del espíritu santo de Dios —su fuerza activa— y vio a Jesús “de pie a la diestra de Dios”. ¿Qué nos enseña eso?
Que Jesús no se convirtió en Dios después de resucitar y subir al cielo; en efecto, él es un ser espiritual diferente a su Padre.
Además, el relato no indica que hubiera una tercera persona al lado de Dios.
Porque Està Dios, a su derecha està Jesùs, entonces a su izquierda ¿quièn està?, està claro que no se ve al espìritu santo.
A lo largo del tiempo se han hecho muchos intentos por encontrar versículos con los que defender la Trinidad;
con todo, un sacerdote dominico tuvo que reconocer:
 “En ningún lugar del Nuevo Testamento se encuentra la afirmación de que existen tres personas en un solo Dios” (À l’aube du christianisme: la naissance des dogmes--- [Los albores del cristianismo: el nacimiento de los dogmas], de Marie-Émile Boismard).

La intención de Constantino al promover este dogma era acabar con los desacuerdos que había en la Iglesia durante el siglo IV.
Sin embargo, la creación de este mito generó otra cuestión: María, la mujer que dio a luz a Jesús, ¿es “la Madre de Dios”?
si uno lee con sinceridad JUAN 6:38 ¿que razon tuvo jesus para haber dicho:
 " Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió" (BIBLIA DE LAS AMERICAS)?
Si Jesus es Dios, ¿quién lo envió desde el cielo? 
¿No sería ese Alguien mayor que Jesús? 
Al fin y al cabo, el que envía es superior al que es enviado ¿verdad? ademàs  notad que pueden tener voluntades diferentes pero sin embargo el hijo obedece irrefutablemente a su padre
(de hecho antes de morir Jesus manifestò a su Padre que si el queria removiera la "copa" su muerte sufrida sin embargo resalto en todo caso que si hiciera la voluntad de su padre)

En esa misma línea, uno lee textos como Filipenses 2:9, donde el apostol Pablo explica lo que hizo Dios el Padre Yave  después de que su hijo Jesús murió y fue resucitado.
Allí se dice: "Por lo Cual Dios lo  Exalto Hasta lo sumo, y le confirió el Nombre Que es Sobre TODO Nombre" (BIBLIA DE LAS AMERICAS)
ahora bien si realmente Jesús era igual a Dios antes de morir y Dios después de resucitarlo lo ensalzó después a un puesto superior, 
¿no pondrìa eso a Jesùs  por encima de Dios?
Pero ¿cómo puede alguien ser superior a Dios?.

Por ùltimo en relacion al tema la idea de la trinidad en pocas palabras suena como  creer que Dios es Dios, que Jesús es Dios y que el espíritu santo es Dios, pero que no hay tres dioses, sino uno solo lo que de entrada no tiene un orden lògico, 
¿porque dios iba permitir hacer de su condicion existencial algo misterioso igualmente sobre la identidad de su hijo?, 
mas bien lo que la  biblia apunta es que tanto como padre e hijo tiene virtudes similares.
Estas y muchas otras razones que da la misma biblia son concluyentes en que dios yave  o jehova ( es un ser distinto a su hijo Jesus (el ser espiritual mas poderoso despues del padre yave y primera creacion unica y primogenita pues fue hecha directamente por Dios y solo por el,
pues luego su hijo jesus como obrero maestro ayudo hacer el resto de la creacion incluyendo los demas angeles)
y tambien que la trinidad no es cierta que mas bien son creencias humanas hechas dogmas (hasta los egipcios y muchas otras culturas y religiones paganas tenian trinidades o dioses trinos)
 asi como muchas otras ideas filosoficas no biblicas tambien fueron convertidas dogmas o creencias principales de muchas religiones.

Tanto Dios como Jesús compararon su relación a la de un padre y un hijo:
Dios dijo que Jesús era su Hijo, y Jesús dijo que Dios era su Padre (ver Lucas. 3:21, 22; Juan 14:28).
Si usted quisiera  explicarme que dos personas son iguales, ¿qué comparación usaría? ¿La de un padre y un hijo, o la de dos hermanos, tal vez gemelos?.
¿no le parece que la de los hermanos?.
Si a esa conclusión tan fácilmente, ¿no se le podría haber ocurrido a Jesús, que era el Gran Maestro, emplear la ilustración de dos gemelos o hermanos?
Pero en vez de eso, dijo que Dios era su Padre, es decir, alguien mayor y con más autoridad que él.

En cuanto a cuando se objeta de que todo eso lo dijo Jesus acà en la tierra porque era su naturaleza humana la que hablaba, y que el había decidido no revelar a nadie de que el era Dios, 
(que tergiversación de la Palabra de Dios mas burda, poniendo en la boca de Jesus palabras que el nunca ha dicho)
pero bien, aunque hipotéticamente se aceptara ese supuesto que dicen, entonces significa que Jesus, ya estando en el cielo a la diestra de Dios, ya vuelve a ser consustancial con  Dios,
por tanto ya vuelve a ser igual a DiosTodopoderoso.

Pero entonces, ¿porquè Jesùs, ya estando en el cielo junto a Dios, vuelve a recibir un encargo de parte de el Dios Todopoderoso? ¿cuàl dirà usted?, pues el de revelarle al apóstol Juan ciertos acontecimientos que se darìan al tiempo debido de Dios.
Allì en Apocalipsis, cuando Jesùs que es el encargado de juzgar tanto a los vivos como a los muertos, le dice a la Iglesia de Filadelfia, lo siguiente: “”Al que venza, yo le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca jamás saldrá fuera. Y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios —la nueva Jerusalén que desciende del cielo, enviada por mi Dios— y mi nombre nuevo.”
¿Habèis notado las palabras de Jesùs?.
El se dirige a la iglesia de Filadelfia diciéndoles que al que venza, el lo hará columna, en el templo de su Dios, (del Dios de Jesùs), y en el que venciera, le escribirà (sobre el que venciera), el nombre de su Dios y de la ciudad de su Dios (el Dios de Jesùs), que es enviada por su Dios, (el Dios de Jesùs).
Recuerden lo que dijo el apóstol Pablo allì en Hechos
“”“el único Dios verdadero”, juzgará “la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos” (Hechos 17:24, 31).””

Allì dice que el único Dios verdadero juzgarà a la tierra habitada, o sea, lo hará Yavè o Jehovà, la cuestión es que lo hará el Dios Todopoderoso, pero aclara que será por medio de un varòn (y sabemos que ese varòn es Jesus).porque Dios el Todopoderoso le dio a los seres humanos la garantía de haber resucitado a ese varon
Està claro entonces que es Jesus el que juzgarà, pero lo hará porque su Padre y  Dios le da ese poder de hacerlo

La verdad que habla la Biblia es ….lògica pura

Para ser un verdadero cristiano




Para ser un verdadero Cristianos hay que aceptar a Cristo como el enviado del único Dios verdadero 
y no por doctrinas inventadas por hombres contraria a sus enseñanza,
como la misma trinidad que fue introducida por un grupo de hombre a finales del lV siglo , 
tanto los apóstoles como los verdaderos cristianos ahora no creían en ella, 
mas bien decían que Dios es el Padre y Dios de Cristo como el mismo Cristo enseño tanto cuando vivía 
como humano como cuando fue resucitado por su Dios y 
Padre: Efesios 1:17 pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, 
os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de El. 
Efesios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, Colosenses 1:3 Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro 
Señor Jesucristo, orando siempre por vosotros, 2 Corintio1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda 
consolación, 1 Pedro 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su 
gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de 
Jesucristo de entre los muertos, 2 Tesalonicenses 2:16 Y que nuestro Señor Jesucristo mismo, 
y Dios nuestro Padre, que nos amó y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por gracia, Jehova 
Dios fue quien resucito a Cristo de entre los muerto, pues Cristo tenia que morir(dejar de vivir) para que 
se cumpliera el motivo por el que su padre y su Dios lo envio, que fue darse en sacrificio hasta su misma muerte, convirtiendose nuestro salvador ante Dios su Padre: 2 Corintios 4:14 sabiendo que aquel que 
resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros 1 Pedro 1:21 que por medio de El sois creyentes en Dios, que le resucitó de entre los muertos y 
le dio gloria, de manera que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Hechos 3:26 Para vosotros en primer lugar, Dios, habiendo resucitado a su Siervo, le ha enviado para que os bendiga, a fin de apartar a cada uno de vosotros de vuestras iniquidades. Hechos 2:32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Hechos 2:24 a quien Dios resucitó, poniendo fin a la agonía de la muerte, puesto que no era posible que El quedara bajo el dominio de ella. Hechos 5:30 El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros habíais matado colgándole en un madero. Hechos 4:10 sabed todos vosotros, y todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos, por El, este hombre se halla aquí sano delante de vosotros. Hechos 10:40 A éste Dios le resucitó al tercer día e hizo que se manifestara, Hechos 13:30 Pero Dios le levantó de entre los muertos; 1 Corintios 6:14 Y Dios, que resucitó al Señor, también nos resucitará a nosotros mediante su poder. Dios envio a su hijo al mundo como sacrificio por la humanida 1 Juan 4:9 En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de El. Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. 1 Juan 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Romanos 5:8-10 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.… Romanos 8:32 El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con El todas las cosas? Juan 3:17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Estas son las enseñanza fundamentales de la Biblia y asi creemos los testigos de Jehova Dios, el Padre de Cristo

Divisiòn Adventista

Este es un extracto de la divisiòn que ocurre en la Iglesia Adventista del 7ª dìa.

Jesùs dijo: "sean uno como mi Padre y yo somos uno"


Juan 17:21-23

21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.


Unos creen una cosa, otros creen otra, y en sus mismas salas
de culto, mientras el Pastor està disertando desde la plataforma,
se levanta un hermano adventista a discutir con el pastor, uno se levanta y habla desde el pasillo que forman las sillas al frente de
la plataforma, y el otro (el pastor) le habla desde  la plataforma, 
una mas de las cientos de  confesiones religiosas que 
estàn divididas.

Esto es lo que dice Sutanito de tal:

Mi Pastor sabe muy bien sobre este NUEVO 'MOVIMIENTO' 2520, y logico sabe sobre el Movimieto Millerista... pues tiene casi 30 años predicando el Evangelio de los Tres Angeles (Apocalipsis 14); No es un neofito.

El versiculo que los aficionados proponentes del 2520 utilizan para apoyar su NUEVA ESPECULACION, no es profetico.
Levitico 26:18,21,24,27 es una creencia filosofica y no Biblica.
Los Testigos de Jehova y algunos otros cultos creen que esos versiculos tienen vigencia profetica, los Adventistas del 7mo dia, no lo consideran de tal manera; Salvo algunos de los tantos que ahora:

1. Guardan las fiestas judias del Viejo Testamento;
2. Usan palabras Hebreas para referirse a Dios y su Hijo Jesus.
3. Creen que no existe El Espiritu Santo; Dicen que es el Espiritu de Jesus el Cristo.
4. Creen en los Sabados Lunaticos; Cada 7 dias, sin llevarse del Calendario. Se rigen por la Luna, y los meses son de 18 dias.


Todas estas creencias son parte de una tergiversacion de la sana doctrina. Y, tambien no son Adventistas, en ves son judia mesianicas, o JESUITICAS.
Aparte, pienso que todo esto es parte de la APOSTASIA OMEGA...



29 Sept. 2016

LOS 2,520 AÑOS: ¿HECHO O FICCIÓN?

Algunos adventistas hoy en día están incluyendo la profecía de los 2,520 años como parte de su sistema de creencias, dicha profecía está basada en los cálculos de Guillermo Miller, los cuales están plasmados en el diagrama de 1843.

Miller suponía que los “siete tiempos” (expresión en inglés que aparece en la versión KJV) mencionados en Levíticos 26:18,21,23,24,28 equivalían a 2,520 años
 (7*360) de castigo para el pueblo de Israel, los cuales según su entendimiento empezaban en el año 677 AC. 
cuando Babilonia llevó prisionero al rey Manasés y terminaban justamente en 1844.


En relación a esta interpretación es que ha resurgido en la iglesia, 
el autodenominado “adventismo histórico”.

Predicaciòn de casa en casa ¿efectiva?




 “Ni dejé [...] de instruiros públicamente y casa por casa.(HECHOS 20:20, La Biblia, versión de Serafín de Ausejo.)
Catòlicos llevan el Evangelio de puerta en puerta.” 
Eso decía un titular del periódico estadounidense The Providence Sunday Journal del 4 de octubre de 1987. 
El periódico informó que uno de los principales objetivos de esta actividad era “invitar a algunos de sus feligreses inactivos a volver a una vida parroquial más activa”. 
El sacerdote John Allard, director de la Oficina para la Evangelización de la Diócesis de Providence, dijo, según se le citó: “De seguro habrá mucho escepticismo. 
Habrá quien diga: ‘Allá van, como lo hacen los testigos de Jehová"". 
Pero los testigos de Jehová son eficientes, ¿verdad? 
Apuesto que usted puede entrar en cualquier Salón del Reino del estado [de Rhode Island, E.U.A.,] y hallar congregaciones llenas de ex católicos”.
Sí, a los testigos de Jehová se les conoce bien por su eficiente ministerio de casa en casa. 
Pero ¿por qué van de casa en casa, o casa por casa?.
El método apostólico
 Jesucristo dio a sus seguidores esta significativa comisión:

 “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren! estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.

 (Mateo 28:19, 20.) Inmediatamente después del día del Pentecostés de 33 E.C. quedó claro cómo, principalmente, se efectuaría esa obra. 
Todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.” (Hechos 5:42.) 

Unos 20 años después el apóstol Pablo participaba en el ministerio de casa en casa, pues recordó lo siguiente a unos ancianos cristianos de la ciudad de Éfeso: 

No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa”. (Hechos 20:20.)
 En Hechos 5:42 las palabras “de casa en casa” son una traducción de kat’ ói·kon. 
Aquí ka· se usa en sentido “distributivo”. 
Por lo tanto, la predicación de los discípulos se distribuía de una casa a otra. 

En un comentario sobre 
Hechos 20:20, Randolph O. Yeager escribió que Pablo enseñaba “tanto en asambleas públicas [de·mo··a] como de casa en casa (distributivo [ka·] con el acusativo). 

Pablo había pasado tres años en Éfeso. 

Visitó toda casa, o por lo menos predicó a toda la gente (versículo 26) . 
Aquí hay autorización bíblica para el evangelismo de casa en casa así como para el que se efectúa en reuniones públicas”.
 Aparece un uso similar de ka· en Lucas 8:1, que dice que Jesús predicaba “de ciudad en ciudad y de aldea en aldea”. 
Pablo usó la forma plural kat’ ói·kous en Hechos 20:20

Aquí algunas traducciones dicen “en privado” o “en sus casas”. 

Pero el apóstol no se refería únicamente a visitas sociales a los ancianos ni a visitas de pastoreo en los hogares de compañeros de creencia. 
Lo que dijo después muestra que hablaba de un ministerio de casa en casa entre los no creyentes: 
Di testimonio cabalmente, tanto a judíos como a griegos, acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús”. (Hechos 20:21.) 

Sus compañeros de creencia ya se habían arrepentido y habían ejercido fe en Jesús. 

Por lo tanto, Hechos 5:42 y Hechos 20:20 se refieren a predicar “de casa en casa” o de puerta en puerta a no creyentes.
Nada lo puede sustituir
 En un comentario sobre las palabras de Pablo en Hechos 20:20, en 1844 Abiel Abbot Livermore escribió: “No estaba contento con solo pronunciar discursos en la asamblea pública, sin utilizar otros medios; más bien, con celo efectuaba su gran obra en privado, de casa en casa, y literalmente hacíaentrar la verdad del cielo en el hogar y el corazón de los efesios”. 

Más recientemente se ha dicho: 

Desde el principio (cf. Hechos 2:46; 5:42), los cristianos del primer siglo se caracterizaron por diseminar el evangelio de casa en casa. 
[...] [Pablo] había cumplido cabalmente su responsabilidad tanto para con los judíos como para con los gentiles en Éfeso, y estos quedaban sin excusa si perecían en sus pecados” (The Wesleyan Bible Commentary 

[Comentario bíblico wesleyano], tomo 4, páginas 642, 643).

 Aunque los discursos públicos desempeñan su papel en la declaración de las buenas nuevas, no pueden tomar el lugar del contacto personal a las puertas. 
Sobre esto, el erudito Joseph Addison Alexander dijo: “Todavía la iglesia no ha inventado nada que tome el lugar de, o rivalice con, el efecto que tiene el predicar en la iglesia y en el hogar”. 

Como lo expresó el erudito O. A. Hills: “La enseñanza pública y la enseñanza de casa en casa tienen que ir juntas”. 

Los testigos de Jehová suministran instrucción mediante discursos en sus Reuniones Públicas semanales. 
También tienen prueba clara de que el método apostólico de esparcir la verdad bíblica de casa en casa es eficaz. 

Y Jehová de seguro lo aprueba, porque como resultado de tal ministerio está haciendo que miles de personas acudan a su adoración ensalzada cada año. (
Isaías 2:1-4; 60:8, 22.)
 Otra autoridad ha dicho: “Para la gente es más fácil recordar lo que se le enseña a la puerta de su hogar que lo que se le enseña en la iglesia”. 
Pues bien, Pablo se presentaba a las puertas con regularidad, y daba así un excelente ejemplo como ministro. 
No estaba contento con enseñar y discursar en la sinagoga y en el mercado —escribió el escriturario Edwin W. Rice—. 

Siempre estaba ‘enseñando’ diligentemente ‘de casa en casa’. 

Llevó a cabo una contienda de casa en casa, mano a mano, cara a cara con el mal, y para ganar hombres a Cristo, en Éfeso.” 

Los testigos de Jehová saben que el considerar asuntos bíblicos de persona a persona a las puertas de los hogares es un método eficaz. 

Además, vuelven a visitar a las personas y con gusto hablan hasta con opositores si estos permiten una consideración razonable de lo que les interese. 
¡Cuánto se parecen a Pablo! 
Acerca de él, F. N. Peloubet escribió: “Pablo no efectuaba toda su obra en reuniones. 
Sin duda visitaba a muchos personalmente en sus hogares cuando se enteraba de que alguien tenía preguntas, 
o había manifestado tanto interés o tanta oposición 
que estaba dispuesto a conversar sobre asuntos religiosos”.
Los ancianos deben llevar la delantera
¿Qué ejemplo dio Pablo para otros ancianos? 
Mostró que ellos deberían proclamar denodada e incansablemente las buenas nuevas de casa en casa.

 En 1879 J. Glentworth Butler escribió: 
[Los ancianos de Éfeso] sabían que ni la idea de afrontar peligro personalmente ni la idea de alcanzar popularidad habían afectado la predicación [de Pablo]; 
que él no había retenido nada de la verdad que otros necesitaban; 
no había manifestado parcialidad espaciándose sobre aspectos peculiares o novedosos de la verdad, 
sino que había instado a aceptar sólo y todo lo que era provechoso, ‘con el fin de edificar’ o construir: 
¡todo el consejo de Dios en su pureza y plenitud! 

Había practicado este fiel ‘mostrar’, este fervoroso ‘enseñar’ la verdad cristiana, no solo en la escuela de Tirano y en otros lugares donde se reunían discípulos, 

sino en todo domicilio a que pudo llegar. 

De casa en casa, y de alma en alma, día tras día había llevado las buenas noticias con deseo y anhelo como los de Cristo. 
A todas las clases y razas, al judío hostil y al griego que le despreciaba, el tema único —que, explicado de lleno, incluye toda otra verdad salvadora esencial— fue el de arrepentimiento hacia Dios, y fe para con nuestro Señor Jesucristo”.


Fundamentalmente, pues, 
¿qué esperaba Pablo de los ancianos efesios? 
El erudito E. S. Young parafraseó las palabras del apóstol de esta manera: 
No solo hablé en público, sino que me afané de casa en casa, ante todas las clases, tanto ante judíos como ante gentiles. 

El tema de mi ministerio a todas las clases fue ‘arrepentimiento para con Dios y fe en nuestro Señor Jesucristo’”.


 W. B. Riley expresó las palabras de Pablo de otro modo: “El significado claro era: 
"‘Espero que continúen lo que yo empecé, tanto hacerlo como enseñarlo, y espero que resistan como yo resistí; que enseñen tanto en privado como en público como hice yo en las calles y de casa en casa; que testifiquen, como yo lo hice a judíos y a griegos, sobre arrepentimiento para con Dios y fe para con nuestro Señor Jesucristo, ¡pues estas son las cosas fundamentales!’”.
 Está claro que en el capítulo 20 de Hechos Pablo mostraba a sus compañeros ancianos que se esperaba que ellos fueran testigos de Jehová que visitaran a la gente de casa en casa. 

A este respecto, los ancianos del primer siglo habían de llevar la delantera y dar el ejemplo apropiado para otros miembros de la congregación. 

(Compárese con Hebreos 13:17.) 
Por eso, como Pablo, los testigos de Jehová predican de casa en casa, y hablan a gente de todas las naciones 
acerca del Reino de Dios, de arrepentimiento para con 
Él, y de fe en Jesucristo. (Marcos 13:10; Lucas 24:45-48.)

 Y en esa obra de casa en casa se espera que los ancianos nombrados entre los Testigos modernos lleven la delantera. (Hechos 20:28.)
En 1879 Charles Taze Russell empezó a publicar la revista Zion’s Watch Tower and Herald of Christ’s Presence 
(La Torre del Vigía de Sión y Heraldo de la Presencia de Cristo) ahora llamada La Atalaya(Anunciando el Reino de Jehová). 

Russell y otros Estudiantes de la Biblia declararon el mensaje del Reino de la manera apostólica. 


Sin embargo, años después algunos ancianos de las congregaciones no cumplieron con sus responsabilidades de testificar. 


Por ejemplo, cierto Testigo escribió: “Todo fue bien hasta que vino el anuncio de que 
todos habrían de participar en la testificación de casa en casa con literatura y particularmente en la obra de casa en casa los domingos... esto en 1927. 

Nuestros ancianos electivos se opusieron a esto y trataron de hacer que la clase entera se negara a emprender esta obra o participar en parte alguna de ella”. 


Con el tiempo, los hombres que no querían predicar de casa en casa perdieron el privilegio de servir como ancianos.


 También hoy se espera que los que sean ancianos y siervos ministeriales lleven la delantera en testificar de casa en casa y en otras formas del ministerio cristiano.


Cada uno un Testigo

 Con la ayuda de Jehová, los cristianos deben declarar el mensaje del Reino de casa en casa, aunque la gente no lo reciba con aprecio. 

Como atalaya de Dios, Ezequiel tenía que dar advertencia a la gente fuera que esta escuchara o no. (
Ezequiel 2:5-7; 3:11, 27; 33:1-6.

E. M. Blaiklock estableció el siguiente paralelo entre Ezequiel y Pablo: “En él [el discurso de Pablo en el capítulo 20 de Hechos] se ve un cuadro claro del ministerio en Éfeso. 


Note lo siguiente: Primero, la urgencia y fidelidad de Pablo. 


No buscaba popularidad ni la aprobación del público. 


Dado como Ezequiel a la obra del atalaya, efectuaba su trabajo respaldando lo que decía con celo y carácter sinceros. 


Segundo, su comprensión amorosa. 

No era un hombre que pusiera en sus labios palabras de juicio sin emoción. 

Tercero, su evangelismo incansable. 

Públicamente y de casa en casa, en la ciudad y por toda la provincia, había predicado el evangelio”.
La abundante bendición que Dios ha derramado sobre sus siervos de hoy no deja dudas respecto a que se complace en que ellos lleven el nombre de testigos de Jehová. 
(Isaías 43:10-12.) 

Además, son testigos de Cristo también, porque Jesús dijo a sus seguidores: 

Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”. (Hechos 1:8.) 
Como se ve, el testificar es responsabilidad de todo el que se dedica a Jehová Dios en oración mediante Jesucristo.

 Del testificar se ha dicho: 
Toda la iglesia estaba implicada. 
La empresa misional de la iglesia primitiva no era la responsabilidad de la Sociedad Misional de Mujeres ni de la Junta de Misiones en el Extranjero. 

Tampoco se dejaba la obra de testificar a profesionales como ancianos, diáconos o hasta apóstoles. [...] 

En aquellos primeros días la iglesia era misión. 
El programa misional de la iglesia primitiva se basaba en dos supuestos: 
1) La tarea principal de la iglesia es la evangelización del mundo.
 2) La responsabilidad de efectuar esta tarea es de toda la comunidad cristiana” (J. Herbert Kane).
 Aunque escritores modernos de la cristiandad no concuerdan con el mensaje del Reino, algunos sí reconocen que los cristianos tienen la obligación de testificar. 

Por ejemplo, en el libro 
Everyone a Minister 
(Cada uno un ministro), Oscar E. Feucht dice: 
Ningún pastor puede cumplir el ministerio que Dios entregó a cada creyente. 
Desafortunadamente, siglos de pensamiento eclesiástico erróneo han hecho de las tareas de 500 parroquianos la tarea de un solo pastor. 
No era así en la iglesia primitiva. 
Los que creían iban a todas partes a predicar la Palabra”.
El testificar era lo más importante en la vida de los cristianos primitivos, tal como lo es en la del pueblo de Jehová hoy día. 
Hablando en sentido general, los primeros tres siglos del movimiento cristiano se caracterizaron por gran entusiasmo en la diseminación de la fe —escribió Edward Caldwell Moore, de la Universidad de Harvard—. 

La pasión del cristiano era el evangelismo, dar a conocer el mensaje de la redención. [...] 

Sin embargo, al principio los hombres que llamaríamos misioneros solo desempeñaron una parte pequeña en la difusión de la influencia y las enseñanzas de Jesús. 

Aquello fue el logro de hombres de todo oficio y ocupación y de toda categoría de la sociedad. 

Llevaron hasta las más lejanas fronteras del imperio [romano] aquel secreto de la vida interior, aquella nueva actitud hacia el mundo, que en su experiencia constituía la salvación. [...] 
[El cristianismo primitivo] estaba profundamente convencido del fin próximo del orden mundial existente.

 Creía en que súbita y milagrosamente se establecería un nuevo orden mundial.”



Al testificar de casa en casa y en otras formas de su ministerio, con gozo los testigos de Jehová dirigen a los que les escuchan al nuevo mundo que Dios ha prometido. 

Sus bendiciones predichas de vida eterna van mucho más allá de los más acariciados sueños de los hombres que hoy quisieran construir un nuevo orden mundial. 
(2 Pedro 3:13Revelación 21:1-4.) 

Aunque parecería que toda persona querría vivir en el maravilloso nuevo mundo de Dios, no es así.